La Asamblea General de las Naciones Unidas examinará, el próximo viernes 23 de setiembre, la petición de Palestima a ser un Estado con derechos plenos en el organismo. Y será Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, quien viajará la próxima semana a la Asamblea de la ONU para responder al pedido del presidente palestino, Abu Mazen.

Sobre este tema, ya se han presentado distintas declaraciones que han causado problemas entre Israel y Palestima, como por ejemplo la del ministro israelí, Matan Vilnaí.

“Los palestinos están cometiendo un enorme error, y lo saben”

Seguidas de los comentarios racistas del embajador palestino en EUA, Maen Areikat, quien afirmó que los palestinos querían un país "limpio de judíos".

Sobre su próximo viaje a la Asamblea de las Naciones Unidas, Benjamin Netanyahu ha declarado:

"Voy a Naciones Unidas para decir la verdad. Simplemente la verdad. Israel desea la paz y pide desde hace dos años y medio negociaciones de paz. Desgraciadamente no han respondido. La paz debe estar condicionada en el reconocimiento y seguridad, dos necesidades que aumentan ante los acontecimientos a nuestro alrededor.Hay un terremoto en Oriente Próximo", ha declarado Netanyahu tras reunirse en Jerusalén con su homólogo checo, Petr Necas.

Aludiendo su etapa como portavoz israelí en la ONU en los 90, Netanyahu ha añadido: "Yo conozco este escenario muy bien y no es precisamente muy amistoso con Israel. No es un lugar donde recibiremos aplausos y muchas veces tomó decisiones muy hostiles que desvirtuan la verdad y la realidad pero creo que es importante que sea el primer ministro de Israel el que se presente y diga su verdad a quien la quiera escuchar".

Netanyahu ha condenado unas declaraciones del embajador de la OLP en EEUU, Maen Areikat, que han puesto en pie de guerra al ministerio israelí de Exteriores. "Me ha preocupado esuchar ayer a un dirigente palestinos hablar de una 'Palestina libre de judíos'. Es una vergüenza y espero que la Autoridad Palestina lo condene", ha pedido el premier israelí.

La batalla de Netanyahu será básicamente mediática ya que según las últimas cuentas del propio Abu Mazen, 126 países (entre ellos seis europeos) ya han prometido votar a favor de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este y las fronteras del 67.

A medida que pasa el tiempo y pese a la llegada masiva de emisarios y diplomáticos, se confirma la opción palestina de acudir directamente al Consejo de Seguridad (donde tendrán el veto de EEUU) y no a la Asamblea General en la que podrían cambiar su estatus a Estado-Observador.

"La única vía para que retiremos nuestra petición en la ONU es la parálisis total de la construcción en las colonias ilegales y que Israel acepte un Estado palestino en base a las fronteras del 67", ha afirmado el dirigente palestino y experto negociador, Saeb Erekat.

Según la OLP, la iniciativa palestina "no es una elección arbitraria de Abu Mazen sino una decisión obligada ya que el Gobierno de Netanyahu no nos da otra alternativa. Negociar con él es imposible y mientras ellos siguen construyendo en los asentamientos en territorio ocupado".